lunes, 22 de noviembre de 2010

las fiestas de mi colegio

mi colegio celebra 50 años,por eso organizo las mejores fiestas que se pueden celebrar

todo se comenso con una iniciación en la iglesia de la catedral 


las hermanas carmelitas estuvieron presente en todas las celebraciones que se icieron,todos los grados estubieron en la ceremonia de iniciasion que se iso



















el coro católico  estaba conformando la directora, el profesor de informática, el bibliotecario, y el profesor de religión


al siguiente día  ubo un desfile, aunque llovió la alegría y el entusiasmo seguían en todos






































yo soy el que esta de primero en la fila de hombre me moje todo





















y el ultimo desfile fue el de faroles pero lastimosamente no logre obtener fotos pero si quieren ver mas de todo esto hagan clic aquí




















miércoles, 3 de noviembre de 2010

blogs de amigos

javier ordoñes
jose arcos
julian martines
miguel arcos
alejandro burbano
manuel pazos

mitologia griega

Cuenta la mitología, que antes de la creación del mundo existía el Caos, el agua, la tierra y el aire, o sea, los elementos que conforman al mundo estaban revueltos. Poco a poco estos elementos se fueron separando y se formó la Tierra y el Cielo.
En esta época el mundo, estaba poblado por divinidades terribles: los titanes y los cíclopes. Los titanes eran gigantes, con una extraordinaria fuerza, y los cíclopes eran seres salvajes con un sólo ojo en medio de la frente.
Sobre el universo reinaba Cronos o el Tiempo, quien tomó por esposa a la reina Rhea, sobre su felicidad pesaba una amenaza, a Cronos le habían predicho que sería destronado por uno de sus hijos y que este sería el dios soberano del mundo, fue entonces que decidió comerse a sus propios hijos. Se apoderaba de ellos, apenas nacidos y se los comía sin piedad alguna.
Un día nació el pequeño Zeus, jamás Rhea había tenido un hijo tan bello, acongojada por el destino que le esperaba al pequeño decidió salvarlo. Cogió una pesada piedra y la envolvió entre paños y meciéndola como si fuera un niño se la entrego a su esposo Cronos. Era la hora de la cena y Cronos tenía mucha hambre, tomó el envoltorio de manos de Rhea y en la penumbra de la noche se tragó la piedra y los paños.
Rhea tomó a su hijo y huyó con él, protegida por las sombras de la noche. Llegó a la isla de Creta donde ya había pensado refugiarse, ya que sus habitantes sentían hacia ella una gran veneración.